
De Botsuana a la cima del mundo hay un largo trecho, y Ross Branch tardó mucho tiempo en debutar por fin en el Rally Dakar y demostrar al mundo de lo que era capaz.
Irrumpiendo en escena como el novato más rápido de 2019, Ross robo de inmediato los corazones de los aficionados al Dakar del sur de África y de los entusiastas del off road en general, porque es imposible no conectar con él. La sonrisa de Ross es contagiosa.
"Nunca te rindas", es su mantra. A menudo es más fácil decirlo que hacerlo, pero para el atleta de Monster Energy es una verdad. Ross ha tenido que superar terribles reveses, enormes caídas y un montón de obstáculos, pero siempre vuelve con una sonrisa.
Qué difícil es para un piloto todoterreno con talento, del pequeño país africano de Botsuana, participar en el Dakar, tradicionalmente una prueba dominada por Europa.
"Ha sido una pesadilla llegar hasta aquí. Para un corredor off-road, el Dakar es el máximo sueño y lo deseaba con todas mis fuerzas. Los primeros retos fueron el presupuesto y la falta de entrenamiento de navegación en Sudáfrica, ya que corremos principalmente Baja's", dijo.
"En ese momento KTM Sudáfrica me ayudó pero con la condición de que ganara tres campeonatos nacionales. Lo hice, y debuté en Perú en 2019. En cuanto al presupuesto, me costó 200.000 euros correr en 2019 y 2020, solo para demostrar al mundo lo competitivo que era".
El año pasado llegó otro reto, competir en el Rally Dakar sabiendo que habría sido la última temporada con Yamaha, ya que cerraban su programa de carreras. Sin embargo, eso no iba a detener a Ross...
"Afortunadamente, nos informaron antes del Rally, así que pude llegar a un acuerdo con Hero Motorsport. Es un gran equipo y me permitió correr sabiendo que también tenía un asiento para 2023, así que funcionó muy bien. Quería hacerlo bien para agradecérselo a Yamaha, pero por desgracia me estrellé en la Etapa 6 cuando iba 7º en la clasificación general, que no era la forma en la que quería terminar la carrera."
La edición de este año ha sido una montaña rusa para Ross y el equipo.
Hasta ahora ha sido una de las carreras Dakar más duras de la historia, pero él ha disfrutado del reto.